Este día nos tocaba madrugar ¡Y MUCHO! Nos levantamos a las 5:30 de la mañana ya que la limusina que venía a recogernos nos dijo que estaría en nuestro hotel a las 6:10. No podíamos creer que íbamos de camino a ver El Gran Cañón.
La excursión ya estaba incluida en el viaje que habíamos contratado, lo hicimos todo a través de nuestra agencia. Consistía en ida+vuelta en limusina al hotel, traslado ida+vuelta en helicóptero al Gran Cañón, picnic y vuelo sobre el Strip.
Cuando llegamos nos dan unas instrucciones de seguridad y procedemos a montarnos en el helicóptero. Para ir delante, tienes que pagar unos 50 dólares más por cabeza así que fuimos detrás. Los helicópteros tampoco tienen demasiadas plazas, además del piloto, íbamos 6 personas (total:7 personas).
El vuelo la verdad que es alucinante, es una experiencia que hay que hacer sí o sí. Ahora nos arrepentimos de haber escogido sólo esa excursión y no una excursión más larga con más actividades (como ver el Sky Walk o navegar por el Río Colorado,...) pero estuvo muy, muy bien.
El Gran Cañón nos encantó. Cuando aterrizamos nos dieron un pequeño picnic, no sin darnos prisa (media hora nada más). Nos dieron el tiempo justito para sacarnos unas cuantas fotos y luego de vuelta al helicóptero -de ahí que se nos pasara tan rápido el tiempo y que nos gustase haber contratado alguna otra actividad más-. A la vuelta sobrevolamos también el Strip. La verdad que Las Vegas es una ciudad crecida de la nada en medio del desierto.
Volvimos al hotel y ese día almorzamos en la cantina "Diablo", un mexicano que estaba cerca de nuestro hotel. La comida, mexicana, estaba bastante bien y es un local muy animado (de hecho, tienen un plato de esos de récord de alitas picantes que se emitió en el programa "Crónicas Carnívoras").
Yo estaba agotadilla, sin contar que había traído un catarro conmigo desde España y me encontraba fatal, así que descansamos un rato en la piscina del hotel. Resulta curioso que las piscinas de los hoteles de Las Vegas son bastante cutres y pequeñas (salvo la del MGM) en comparación a los hoteles de España -a los españoles nos gusta más una piscina grande que a un tonto un lápiz-.
Nos pegaron una buena clavada por pedirnos dos bebidas en la piscina del hotel, eso sí, nos trajimos un vaso muy mono de souvenir a España que pone MGM. Te lo ponen todo en vasos de plástico duro que te puedes quedar, pero luego te cobran un riñón por él... (casi que prefiero el vaso cutre de plástico que te ponen en España en el chiringuito de la playa).
Nos invitaron a una pool party en el hotel para esa noche... entrada gratis hasta la 1:30 y bebidas gratis para las chicas hasta las 23:30 (aunque la fiesta empezaba a partir de las 22:00).
Aprovechamos la tarde para ver alguno de los hoteles del Strip que nos faltaban. Vimos el Mirage (aunque no sabemos por qué el espectáculo de su volcán estaba suspendido por algún problema y no pudimos verlo), las fuentes del Bellagio de noche -sólo las habíamos visto de día- y el hotel/casino Paris. Este último nos encantó. Evidentemente, no es lo mismo que estar en el Paris de verdad, que es una ciudad que adoro, pero es alucinante la reproducción que hace de muchos de los rincones parisinos.
Pillamos el ticket de "Buffet of buffets" y cenamos en el Planet Hollywood (que es de los pocos buffets de hotel cuya cena cierra tarde, a las once y pico de la noche). El ticket nos costó unos 55 dólares por cabeza más las tasas, pero mereció la pena. Fueron las 24 horas que mejor hemos comido en Las Vegas. Tienes derecho a entrar en los hoteles que están acogidos a la promoción durante 24 horas. Nosotros, cenando tarde en el Planet Hollywood ese día, teníamos derecho al desayuno, almuerzo y cena del día siguiente si cuadrábamos bien los horarios.
Hay mucha variedad de comidas y puedes comer lo que te apetezca, incluyendo las bebidas en el precio (aunque creo que bebidas alcohólicas sólo incluía cerveza y vino).
Cuando llegamos al hotel ya había empezado la pool party. Estuvimos cotilleando pero ya se nos había pasado la hora de las bebidas gratis y aún no había llegado demasiada gente así que volvimos a la habitación.
Segundo día al completo en Las Vegas NON STOP. Al día siguiente tendríamos que aprovechar nuestro último día en la ciudad del pecado.
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