28 julio 2014

Habemus Finca :)

Finalmente, hay finca y fecha: 4 de julio de 2015.

Esto significa que quedan, prácticamente, 11 meses para mi boda.

EL TIPO DE BODA

De las primeras cosas que decidimos tras la pedida fue el tipo de boda que nos gustaría celebrar. Creo que ambos estuvimos de acuerdo en que sería una ceremonia civil.

Una vez empecé a empollarme los blogs de bodas (Casarse en Canarias, Webnovias, Mi Boda DIY, Mi boda gratis, Una boda original, ...) algunos muy útiles por cierto, me entero realmente del proceso de gestionar el expediente en el Juzgado para poder casarnos. 

De un lado, me entero de que si te casas en el Juzgado es gratis (eso sí, algo más frío y menos solemne) pero, si das traslado del expediente al Ayuntamiento para casarte allí (por un concejal, por el alcalde, etc.), hay consistorios que te cobran una tasa por matrimonio, que varía de un municipio a otro, además del tiempo que lleva el traslado del expediente del Juzgado al Ayuntamiento y viceversa.

Decidimos que, en base a la idea que teníamos en la cabeza de la boda, nos casaríamos en el Juzgado. Vamos allí, firmamos en la más estricta intimidad, junto a la familia más directa y, el fin de semana a continuación, celebramos la boda con toda nuestra gente, familia y amigos, con un breve acto inicial de intercambio de votos (muy americano), oficiado por un amigo nuestro y posterior banquete-fiesta.

Ya habíamos estado en la última feria de bodas, FEBODA, a finales del año pasado (por friki, porque hasta diciembre no fue la pedida, pero ya en la primera entrada me declaré fan de todo este mundillo). Allí nos enamoramos del Hotel Sheraton La Caleta. La verdad que todo lo que buscaba y miraba en torno a ese hotel y las bodas que celebraba allí, me encantaba.

Desgraciadamente, una de las primeras cosas que haces tras plantearte dar el "sí, quiero" es sentarte a hacer el presupuesto. Toda una dosis de realidad. Cuando te planteas la boda que sueñas y el número, estimado, de invitados, los pies bajan a la tierra inmediatamente.

EL TEMIDO MOMENTO DEL PRESUPUESTO

Nosotros pagaremos nuestra boda. En principio, no contamos con dinero ahorrado, así que empezamos a apretarnos el cinturón desde enero de este año y hasta julio del que viene. Total: año y medio.

Vamos a hacer un sacrificio grande. Si bien los dos trabajamos, que ya es bastante, no contamos con dinero de la familia. Si luego llegada la fecha de la boda, nos cae algún regalo, bienvenido sea. Quien se meta en este aventura debe hacerlo convencido. No puedes pretender organizar una boda y ganar dinero con ella o que te paguen la boda familiares y amigos. Ni siquiera puedes ir con la idea de cubrir gastos, tal y como está la cosa.

Vuelvo al tema, que me voy por las ramas. El caso es que te sientas a hacer presupuesto y empiezas a sumar: ceremonia civil en el lugar de celebración, más banquete y barra libre para/en torno a 120 personas, música, fotografía/vídeo, vestidos, alianzas, viaje de novios, papelería, floristería y otros gastos varios. Empezamos a sudar.

El Sheraton era maravilloso pero, con todo el dolor del corazón, se salía del presupuesto. Nos planteamos otros hoteles (el H10, el Iberostar Mencey y alguno más) pero, en verdad, ninguno tenía unos espacios para ceremonias civiles que nos terminaran de encantar. Pasamos entonces a las fincas.

LAS BODAS CIVILES EN FINCAS.

Hay algo que me chocó desde el principio. Tenías que alquilar la finca el día de la boda y, el precio, prácticamente, en la totalidad de las que hemos consultado, no es precio fijo (salvo que tu boda sea muy, muy, íntima), sino que pagas una cantidad por invitado -más el IGIC (para Canarias, por supuesto)-. Esto se traduce en que la media de las fincas cobra entre 10 y 12 euros por persona (aunque alguna te hace alguna rebaja por cada niño). Pues bien, para una boda de 120 invitados, la broma te viene saliendo desde 1200 hasta 1500 (más IGIC, insisto).

Me permito hacer un inciso para introducir la primera regla para todo/a el que se mete en este fregado:

REGLA Nº1. CALCULAR SIEMPRE TODOS LOS PRECIOS INCLUYENDO LOS IMPUESTOS.

Si ya lo del alquiler me chocó, lo segundo aún me tiene hablando sola. Entiendo que los propietarios de las fincas cobren un canon en concepto de alquiler del lugar de celebración, especialmente, si luego el catering pertenece a una empresa que nada tiene que ver con los propietarios de la finca. Sin embargo, las fincas que, a su vez, tienen en exclusiva a un único catering o catering propio, ¿por qué cobran alquiler y, aparte, el precio del menú por invitado? Si les eliges a ellos, ya estas entrando por el aro. No entiendo por qué pagar concepto de alquiler y concepto banquete y celebración aparte, como si se tratara de empresas diferentes. Presupuesta un precio medio por invitado y punto, ¿no? Es como si los hoteles me cobraran el alquiler del espacio y, aparte, el banquete y la fiesta. Por más que le doy vueltas no lo entiendo. Lo siento.

Decidimos no mirar todas las fincas de la isla. Una de las primeras cosas que aprendes de los blogs de bodas es a seleccionar entre 3 o 4 proveedores para cada cosa. Si no, es un desgaste físico y psíquico. Vimos unas cuantas fincas: Jardines de Franchy, Gañanía, Villa Tejinera, Hacienda de San Felipe y, contactamos, sin poder visitarlas, la Finca Zamora y Finca Punta del Lomo.

Todos son lugares preciosos pero, finalmente, nos decantamos por la Hacienda de San Felipe. Se ajusta a nuestras necesidades, el espacio está muy bien distribuido y nos da todas las facilidades del mundo, entre ellas, la principal, no exigirnos exclusividad con ningún proveedor.

Voy a dejar unos pequeños consejos o pasos para seleccionar la finca, o bien, el lugar de celebración. Los pasos son para torpes o novatos, como yo :). Estos pasos son:

  1. Pregunta por los límites de horario y el número de horas que incluye el alquiler del sitio. Te puedes llevar una sorpresa por pago de horas extra si la fiesta se alarga :O
  2. Pregunta si puede haber más de un evento al día, o bien, si tienes la exclusividad sobre el espacio.
  3. Pide los precios con los impuestos incluidos (que luego al añadir los impuestos es un pico con el que, en un principio, nunca cuentas)
  4. Fíjate si el sitio es accesible. Igual no hace falta, pero hay que pensar en los mayores y en las personas que no tienen facilidad para moverse o alguna discapacidad.
  5. Igual que piensas en los mayores, piensa en los niños y si éstos tienen sitio donde estar. Que ese sitio no esté distanciado del resto y así que sus padres puedan echar un vistazo mientras juegan.
  6. Pregunta por las posibles ideas que tengas para tu boda y hasta qué punto tienes libertad de llevarlas a cabo por tu cuenta, por ejemplo: decoración, música en directo, si aceptan animales, si dejan utilizar fuegos artificiales, llevarte tú misma la barra libre, o la tarta, o el candy bar,... Estoy intentando cubrir muchas posibilidades, pero seguro que se me quedan por el camino. Lo importante, preguntar si puedes hacer todo aquello que tienes en mente.
  7. Pregunta si hay exclusividad con algún proveedor. Parece una tontería, pero muchas tienen exclusividad con wedding planners, empresas de catering y, la mayoría, exclusividad con la empresa de música/sonido/DJ. A mi, particularmente, me parece una dictadura. Me gusta que me den la opción de poder elegir lo que quiero en cada momento. Y, por supuesto, no me gusta que me impongan los servicios de un grupo o de un wedding planner. Los wedding planner son fabulosos y una ayuda incondicional, pero prefiero que no me impongan su contratación. Si lo hago, finalmente, será porque yo lo decido o lo necesito.
  8. Pregunta por imprevistos, especialmente, si llueve. Es imprescindible tener plan B y saber, en el caso de tener que montar carpas o pérgolas, cuánto te cuesta el plan B.
  9. Pregunta los "pluses" por determinados detalles de decoración, o bien, iluminación adicional que necesite la finca (especialmente, durante la noche). Parece una tontería, pero, de repente, el paseo o la platanera preciosa durante el día, por la noche se convierte en un lugar oscuro donde no ves donde pisas.
  10. Fíjate y, si no, pregunta, por el aparcamiento.
  11. Pide fotos o vídeos o muestras de cómo se han montado y celebrado ceremonias civiles y los banquetes.
  12. Si el lugar del baile o del banquete es un salón, fíjate si tiene ventanas, está bien ventilado y, si te casas en verano, si dispone de aire acondicionado.
  13. En el caso de los que nos casamos en el lugar de celebración, si los novios disponen de alguna estancia donde prepararse, o bien, un aseo propio.
  14. Pregunta por las condiciones de pago y firma siempre un contrato de reserva.
  15. ¡Pide facturas de todo!
Si, al menos, mi experiencia puede servir de algo a quien pueda leer esto, me daré por satisfecha.

Lo dicho, tras poner en práctica los pasos anteriores, finalmente, HABEMUS FINCA (Y FECHA): 4 de Julio de 2015 en Hacienda de San Felipe. Dejo el enlace de su página Web (por si interesa).






05 julio 2014

Me caso... Sí, me caso :O

La verdad es que desde pequeña siempre había tenido una especial curiosidad por las bodas. De hecho, creo que mi profesión frustrada es organizadora de eventos o wedding planner. La cuestión es que me encantan las bodas de los demás, pero tampoco pensaba en la mía. De hecho, con el paso de los años, no me veía a mi misma vestida de blanco, no tenía en mis pensamientos el dar el paso.

Me encanta organizar, planificar, calcular, idear, inventar,...  (sí, soy de la que hago listas...) Y todo, para disfrutar de momentos increíbles con familiares y amigos. Siempre he hecho de mis cumpleaños un acontecimiento a señalar por mi gente en sus calendarios. Me encanta participar y ayudar en las BBC (bodas-bautizos-comuniones) e, incluso, en las DD (despedidas de solteras y, esta sí que es buena, ¡divorcios!).

Cuando miro atrás, me veo a mi misma como a Katherine Heigl en la peli "27 vestidos". Mi estado civil natural ha sido, la mayor parte de mi vida, la soltería. Desde hace pocos años (3), y hasta el día de hoy, he encontrado, al fin, a una persona que es capaz de entenderme y complementarme. Me siento orgullosa del tremendo equipo que formamos y de lo capaces que somos de casi cualquier cosa cuando estamos juntos.

El pasado 20 de diciembre, a medianoche, justo entrando el 21 de diciembre (mi cumpleaños), se arrodilló y en la más estricta intimidad me pidió que me casara con él. Fue un momento que cuesta describir y, por supuesto, no exento de emoción.

Si ya antes era un poco "friki", ahora esta nueva etapa de mi vida que va a iniciarse dentro de un año, ha despertado aún más ansia: sigo blogs, compro revistas, me descargo apps para el móvil, entro en foros "DIY" -ya hablaré del mundillo DIY más adelante- y me empacho de programas en Divinity.

Me caso el verano que viene en mi tierra, Tenerife. Este blog es casi un diario de mi día B, en el que poder expresarme, opinar y por qué no, desahogarme también. Si de la lectura de mi blog puedo ayudar, dar ideas o, simplemente, puedo conseguir que alguien se sienta identificado conmigo y por los momentos a vivir en los próximos meses, me daré por satisfecha.




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