23 diciembre 2014

Alianzas para tu boda. Consejos y aspectos a tener en cuenta

El post de hoy lo dedico al momento en el que toda pareja busca y elige sus alianzas para su boda. Ese momento tan especial, en nuestro caso, fue hace una semana.

El mundillo de las alianzas y, en general, toda la joyería relacionada con el mundo bodil ha evolucionado muchísimo. Es de esos símbolos que siguen presentes, generación tras generación, en las bodas, es una tradición que no decae.

Para mi es de los detalles más importantes de una boda y, quizás, no le dedicamos el tiempo que un símbolo tan importante necesita. Al fin y al cabo, las alianzas representan el compromiso de los dos miembros de la pareja y, pasado todo el jaleo de la boda, es de las pocas cosas que conservaré y llevaré conmigo siempre.

EL ORIGEN DE LA TRADICIÓN.

El uso de los anillos estaba muy extendido entre los romanos, no por mero adorno, sino con objeto de sellar las cartas, instrumentos y otros elementos, pues en ellos llevaba cada uno su sello y se los solían dar mutuamente en la celebración de sus contratos en lugar de prendas y de arras, porque era una cosa que siempre tenían en la mano.

De aquí vino la costumbre de dar su anillo el esposo a la esposa en prenda y señal del compromiso y unión que contraían, significándole al mismo tiempo con esta entrega que le encargaba la custodia del hogar. Se solía dar el anillo a la mujer, no por adorno, sino para sellar las cosas de la casa, pues era práctica asegurar con el sello las arcas, cajones y demás utensilios de sus despensas donde almacenaban sus alimentos, para evitar robos o pérdidas causados por sus esclavos. 

El anillo era señal de la promesa de matrimonio y con su entrega y recibo se aseguraba el esposo a la esposa, uniéndose con esta prenda sus corazones. Los cristianos, posteriormente, incluso grababan sus anillos; y de ahí vino también el ponerlo y llevarlo en el dedo anular, dedo más inmediato al meñique, de la mano izquierda, por haber en ese dedo una vena que llega hasta el corazón, según decía San Isidoro. El anillo nupcial en los primeros tiempos era de hierro y, posteriormente, empezó a fabricarse en oro.

HOY POR HOY.

Los anillos continúan empleándose en la actualidad. La costumbre establece que la pareja debe entregarse mutuamente anillos como símbolo de alianza matrimonial, colocándoselos durante la ceremonia nupcial, ya sea religiosa o civil. El anillo matrimonial se continúa colocando en el dedo anular. Distintas tradiciones hacen uso de una u otra mano, variando este uso de acuerdo a la zona de procedencia de los novios.

Existen parejas (aunque son un porcentaje muy pequeño frente al total) que, por razones alergia, por la dificultad que les entraña llevarlos encima en su día a día o, simplemente, por gusto o elección no utilizan alianzas. Evidentemente, se trata de una costumbre que no es esencial en la celebración del matrimonio: su ausencia no invalida el consentimiento dado en la ceremonia y, por lo tanto, el matrimonio celebrado sin el intercambio de los anillos, sería perfectamente válido.

Si bien la mayor parte de las alianzas que escogen los novios son de oro, cada vez hay más parejas que las encargan en plata, platino o, incluso, titanio. Es una cuestión de gustos y, según el caso, de presupuesto.

Mientras que la alianza clásica es lisa, pulida y en oro amarillo, el mercado ofrece un catálogo casi interminable de opciones y diseños. Cada vez es más común ver alianzas en oro blanco e incluso, combinaciones de oro blanco y amarillo y, por qué no, en oro rosa y rojo. Las hay pulidas, mates, con brillantes, con texturas y dibujos, con el canto más redondo, o bien, más angular,... en definitiva, a gusto del consumidor.

PASOS QUE TUVIMOS EN CUENTA A LA HORA DE COMPRAR Y ENCARGAR NUESTRAS ALIANZAS.
  1. Buscamos una joyería y un profesional del sector. Desde la franquicia más moderna, la joyería de un centro comercial o el joyero del barrio, el caso es buscar un profesional que atienda nuestras necesidades. Nosotros elegimos a una joyería que conocimos en una feria de bodas y que queda en el Centro Comercial frente a nuestra casa (Alianzas Pedroro).
  2. Decidimos el metal en el que las mandamos a hacer, el que fuera más afín a los dos. En nuestro caso, hemos escogido oro blanco de 18 quilates, pero hay muchas opciones, según gustos y necesidades de cada pareja.
  3. Tuvimos que elegir un diseño, habiendo de todo, desde el más clásico o tradicional, hasta el más moderno. Hay que tener en cuenta que es un joya que llevaremos toda la vida y si apostamos por un diseño muy puntero, igual dentro de unos años nos arrepentimos. Nosotros escogimos un diseño que no se aleja mucho del diseño tradicional, bastante sencillo y discreto, aunque las elegimos en mate y con un pequeño brillante para mi alianza. Se trata de un diseño que ellos ya tenían en la joyería en su muestrario y las encargamos a nuestro gusto.
  4. Escogimos si ambas alianzas debían ser iguales, a conjunto, o bien, si cada uno elegía la suya a su gusto. Finalmente, escogimos el mismo modelo para ambos, añadiendo un brillante a la mía.
  5. Elegimos el grosor de la alianza en función de la forma de la mano, dedos y su longitud y grosor. Mi mano es muy pequeña y llevo talla de niña (llevo una 7), luego una alianza de mucho grosor me queda fatal. Escogí una de 4mm de grosor. Juan Carlos en cambio, aunque tiene las manos y dedos delgados, los tiene largos y la encargó con un grosor algo mayor (5mm). No siempre más es mejor y decidimos escoger aquel grosor que estéticamente quedara mejor.
  6. Personalización. En el precio va incluido el grabado de las alianzas generalmente (en nuestro caso así es). En principio, hemos encargado las alianzas y, en un mes, nos llaman para verlas y pasar por allí para elegir qué grabar en su interior. En principio, hemos pensado en incluir nuestras iniciales y la fecha de la boda. Queríamos poner la frase "Juntos es mejor", pero no nos cabe. Llegado el día pensaremos si añadir alguna otra cosa.
Tuvimos la suerte de que la joyería, hasta finales de año, hacía un 20% de descuento en alianzas de oro de 18 quilates y lo aprovechamos. También es verdad que el tener una talla complicada como la mía hizo que empezáramos a mirar este tema con algo más de antelación que otras parejas.

No podemos estar más contentos. En cuanto tenga las alianzas, subo fotos :))) Ahora toca ir a por la próxima cosita de la lista ;)








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